Los remolques para tractores son imprescindibles para la actividad agrícola. Sin embargo, no se puede obviar que su adquisición requiere efectuar una inversión importante. En este artículo se detallan algunos consejos de compra y algunas recomendaciones para adaptar su implantación al contexto actual.
Remolques para tractores más útiles para las tareas de campo
Hay tres tipos de remolques que resultan primordiales para las actividades del campo. Por ello, deben ser los primeros que se planteen en una compra.
Remolques con plataforma para tractor
Los remolques con plataforma para tractor constituyen un instrumento básico, por lo que sería conveniente dedicarles un porcentaje mayor del capital que a otra maquinaria. En cualquier caso, lo importante es escoger uno con una excelente capacidad de almacenamiento. En este sentido, la clave está en su potencial para optimizar la relación entre el tiempo y el volumen recolectado.
Remolques abatibles para tractor
Por su parte, los remolques abatibles para tractor destacan por su versatilidad. Lo más adecuado es elegir un vehículo propulsor con una elevada potencia. De este modo, es posible acoplar remolques de distintos formatos. La inversión en este tipo de remolques es algo más elevada, pero se puede recuperar rápidamente gracias al aumento en la rentabilidad.
Remolques para fertilizantes
Los remolques para fertilizantes, por último, se encuentran entre los más demandados. El motivo es su capacidad para modernizar el campo y las técnicas de cultivo. Hay que optar por modelos que sean compatibles con los fertilizantes ecológicos. Esta es la característica más común, aunque puede no cumplirse en los que poseen menor eficiencia técnica.
¿Es mejor comprar remolques para tractores nuevos o usados?
La elección dependerá de las necesidades y el potencial económico. Sin embargo, los remolques nuevos presentan una mayor compatibilidad con estrategias de ahorro centradas en el largo plazo. Los usados, por el contrario, poseen un impacto positivo a corto plazo debido a la menor inversión requerida.
En cuanto a su mantenimiento, es una cuestión más delicada en los remolques usados. Los nuevos, como es lógico, cuentan con una adecuada adaptación técnica derivada de su reciente fabricación. Eso sí, es imprescindible verificar que sean de calidad y que estén fabricados con materiales resistentes.
También hay que tener en cuenta el uso que se les va a dar. Cuando se trate de una dinámica puntual, se puede recurrir a uno de segunda mano. Sin embargo, un empleo extensivo requiere adquirir uno nuevo. De lo contrario, es posible que sea necesario sustituirlo por otro en poco tiempo. Si esta circunstancia se da en mitad de la cosecha, las pérdidas económicas serán mayores.
¿Cómo elegir el mejor remolque para el campo?
Cuando se vaya a proceder con la elección, se debe tener claro que la idoneidad del vehículo dependerá siempre de su adaptación a las necesidades de la producción. En este sentido, se han de tener en cuenta dos cuestiones básicas: el volumen de recolección y la antigüedad del parque móvil empresarial.
Más allá de estos factores, no se deben olvidar otros consejos adicionales:
- Escoger los modelos pensando en la evolución de su rendimiento a medio plazo y no siempre a corto.
- Diversificar en cuanto a la adaptación a los terrenos (remolques para suelos duros, blandos, arenosos, etc.).
- Combinar remolques abatibles con otros que incorporen plataforma o distribuidor de fertilizantes.
- Determinar el tipo de acople para evitar una inversión mayor en la rehabilitación dl vehículo propulsor.
En resumen, la elección de remolques para tractores ha de estar vinculada a las necesidades del campo. Una empresa agrícola tiene que plantearse la inversión con criterios estratégicos. La clave está en combinar los medios clásicos con la creciente modernización de la maquinaria.
